La Historia está plagada de relatos de piedras que caían del cielo, aún cuando la ciencia de la época desmentía que esto pudiera suceder. Desde que se tiene constancia, ya en el antiguo Egipto, los meteoritos han jugado un papel fundamental en la historia humana. Antaño admirados por haber caído del cielo, y atribuírseles propiedades mágicas, ahora los meteoritos son objeto de colección, inversión y extremo interés científico.
Los Meteoritos son fragmentos rocosos, metálicos o metalorrocosos, naturales, que en otro tiempo fueron despedidos de sus cuerpos parentales y que llegaron a nuestro planeta, fueron hallados, algunos fueron vistos caer, y ahora son importantes activos en nuestras colecciones, nuestros laboratorios y nuestros museos.
Los meteoritos llegan a nuestras manos tras haber atravesado la atmósfera y haber sobrevivido a la violenta ablación que se produce. En unas pocas ocasiones las rocas son vistas caer, en medio de explosiones, fenómenos lumínicos y la admiración de los testigos. Recuperar éstos fragmentos conllevará que adquieran la consideración de "CAÍDAS".
Por su parte, los meteoritos pueden haber caído hace tiempo, e incluso pueden no haber tenido testigos, y así, cuando son encontrados, adquieren la consideración de "HALLAZGOS".
Caídas y Hallazgos suponen un arsenal de materiales cósmicos impresionantes. Así mismo son tan solo un muy pequeño porcentaje de las rocas recuperadas de aquellas que consiguen llegar al suelo.
Aunque en el principio los meteoritos se clasificaban en tres tipos de acuerdo a su contenido de Fe-Ni (una aleación de hierro y níquel que conocemos como kamacita y taenita), sucesivos hallazgos y avances científicos han permitido determinar decenas de grupos y familias, así como establecer distintas procedencias. Cada vez son más y más raros los tipos nuevos de meteoritos que los científicos están descubriendo gracias a las muestras donadas por buscadores y coleccionistas de todo el mundo. El nexo entre científico y coleccionista es verdaderamente beneficioso para ambas partes, ciencia y colección. A continuación les mostramos algunos de los tipos de meteoritos más significativos.
Ordinarias, Enstatitas, Carbonáceas o anómalas, las condritas son los materiales más antiguos que existen. Son fragmentos de asteroides con más de 4500 millones de años de antigüedad. Se conocen como los bloques de construcción del sistema solar. Las condritas se formaron por acreción del polvo de la nebulosa protosolar y ahora forman parte de los asteroides, tanto del cinturón principal, como de los cercanos a la Tierra.
Su composición mayoritaria es hierro y níquel. Aunque también contienen clastos de sulfuros y grafito. Estos meteoritos formaron parte de núcleos de grandes planetoides que ya no existen, y ahora orbitan como asteroides de tipo M en la órbita de Júpiter. Los sideritos han sido utilizados desde tiempos inmemoriales como una fuente de hierro primordial en tribus antiguas. Se formaron en procesos de nucleosíntesis estelar.
Las joyas del Sistema Solar. Son meteoritos compuestos de olivino y metal a partes iguales, dejando ver una textura bellísima que los convierte, junto a su rareza, en auténticas maravillas. Los pallasitos se han utilizado notablemente en joyería, y han permitido a los científicos sospechar que se formaron en las zonas interfases manto-núcleo de antiguos grandes protoplanetas en formación.
Estos materiales han sufrido procesos de diferenciación magmática, pero aún conservan propiedades primitivas. Las acondritas asteroidales conservan nexos con las condritas primitivas y los materiales planetarios. Algunos son ígneos, otros muestran composición distinta. Otros incluso se dejan inagrupados porque no pueden ser incorporados a los grupos conocidos. Las Acondritas son las delicias del coleccionista.
Su procedencia; La Luna. Son rocas que muestran exactamente la misma composición, anomalías y texturas que las rocas recuperadas en las Misiones Espaciales al satélite. Es la mejor y más económica forma de tener en las manos una roca procedente de La Luna. Las Lunaítas han mostrado una diversidad extraordinaria, permitiéndonos tener un mayor y más profundo conocimiento de nuestro satélite. Más, AQUÍ.
Las llamamos SNC, y cada vez son más tipos nuevos los conocidos. Las SNC proceden de la corteza del planeta Marte. Los datos recabados por los róvers y los orbitadores han permitido identificar este grupo de meteoritos de extrema y vital importancia para los científicos planetarios. Algunos de sus ejemplares se cuentan entre los materiales más cotizados y caros de nuestro planeta.
Un legado único para la ciencia.
Coleccionar meteoritos de procedencia reconocida, clasificados o certificados es fundamental para garantizar el autenticidad y prestigio de la colección. Los laboratorios trabajan profundamente en verificar los hallazgos y hacerlos oficiales.
De esta manera también tus ejemplares gozarán de prestigio reconocido. La Ciencia y el Coleccionismo, finalmente, agarrados de la mano para permitir que las joyas del espacio estén disponibles para ambos interesados.
No pierdas nunca la oportunidad de clasificar oficialmente tus meteoritos. Para ello, podemos ayudarte, ya que es la máxima garantía de autenticidad de tus ejemplares.
Incansables búsquedas.
Si algo enorgullece a los coleccionistas es mostrar los meteoritos que ellos mismos han hallado o han pedido clasificar. Las jornadas de búsqueda pueden ser infinitamente cansadas hasta que aparece el primer meteorito.
Valor versus cantidad.
Aunque no es lo habitual, se puede tener una pequeña colección de elevado valor económico y científico. Un extenso campo de coleccionismo se abre frente a ti. Déjate seducir por él y prepárate a disfrutar de este maravilloso hobby cósmico.
Desde que dio inicio la actividad del laboratorio han sido muchas y destacadas las muestras recibidas para su estudio. Muchas de ellas ya han sido oficialmente clasificadas gracias a la generosidad de los dueños que han donado los especímenes tipo adecuados, mientras que otras permanecen no clasificadas, pero estudiadas, certificadas y documentadas en el repositorio de Meteorites Lab.
Una preciosa condrita L4 caída el 6 de noviembre de 2021 en Mauritania. Llegó esta muestra para su estudio y certificación previo a la clasificación oficial que se llevaba a cabo en USA. Los meteoritos frescos son de especial interés para la ciencia y en ese interés radica la clave de su perfecta conservación.
Revelar las bandas de Widmanstatten en un hierro siempre es gratificante, sobre todo si la octaedrita está bien definida. Clasificado como IIIAB-anómalo, es uno de los únicos 4 conocidos de este tipo. Fue hallado en la frontera Libia-Chad en 2021. Casi 60 gramos permanecen en el repositorio.
Las eucritas siempre son meteoritos bellos. Estos basaltos procedentes del asteroide Vesta conservan registros de los primeros procesos ígneos ocurridos en un protoplaneta del Sistema Solar. Chwichiya 008 fue recuperada durante la pandemia de 2020 y clasificada en 2021. La masa principal está en nuestro laboratorio.
Quizás uno de los más raros tipos de eucritas son las no brechadas. El pasado año llegó al laboratorio una muestra de uno de estos ejemplares, y pudo ser clasificado para el laboratorio. Una eucrita fresca y muy bien conservada de grano fino y gran belleza estética.
Los meteoritos de tipo petrográfico 3 son los materiales más puros y menos alterados desde su formación al principio del Sistema solar. Por ello son materiales muy codiciados por científicos y coleccionistas. NWA 15158 fue hallado al sur de Sahara Occidental, y adquirido para nuestras colecciones hasta que fue clasificado en 2022.
En el mes de septiembre de 2022 llegó al laboratorio una muestra que resultó ser de extremo interés. En su clasificación se posicionó como una colección de rocas y minerales lunares, con hasta 13 litologías distintas, entre las que habían anortositas, noritas, noritas anortosíticas, basaltos, clastos ricos en hierro, espinela, esférulas de vidrio fundido, etc... Un auténtico tesoro para la ciencia.
Los meteoritos se han posicionado como muestras auténticas de materiales procedentes del espacio exterior, donde la amenaza de los asteroides es una realidad. Por ello, no solo nos desvelan los secretos que guardan desde la formación del sistema planetario en el que vivimos, sino que además nos muestran sus debilidades, contra las que podemos luchar en el hipotético caso de que un gran asteroide volviera a establecer una órbita con trayectoria de impacto en nuestro planeta.
Tener el privilegio de sostener en las manos estos fragmentos de los bloques de construcción del sistema planetario enorgullece y llena de emoción a científicos y coleccionistas. Un privilegio ahora al alcance de tus manos.
Los meteoritos son valiosos activos de investigación que hacen de nuestro trabajo diario una auténtica aventura. La figura del conservador es fundamental.
Constituyen muestras únicas, acerbos de la ciencia que nos desvelan su formación, su origen, su evolución, no solo del sistema solar, sino de más allá.
La amenaza de los asteroides es real, y en el pasado ya se ha arrogado alguna que otra extinción masiva. Conocerlos es vital para luchar contra su amenaza global.
En Enero de 2024 salió a la venta mi nuevo libro, con el que espero que todos disfruten, y mucho. Una interesante reflexión sobre los tipos de meteoritos, haciendo un recorrido por sucesos y momentos cruciales en la historia de la meteorítica. Chladny, Plinio, la extinción de los dinosaurios, los buscadores del Sahara, coches y personas colisionados por meteoritos, Chelyabinsk, Meteoritos en los juzgados, y buscadores en la cárcel. Meteoritos vistos por la Inteligencia artificial. Los más grandes, y los más valiosos... Creo que nadie debería dejar de leer este libro en el que analizaremos todas estas cuestiones, y mucho más... Quizás después también tú quieras convertirte en un CAZADOR DE METEORITOS.
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